domingo, 19 de junio de 2016

LA VIEJITA DE LA CARRETERA

         
         En el llano es común escuchar cuentos de camino y sobre todo historia de aparecidos, a mi esposo le sucedió esta historia que será verdad o mentira no sabemos, lo que sí sabemos es que él, guarda esta historia y cada vez que la cuenta su piel se eriza.
            Mi esposo cuenta que era una noche oscura y solitaria, cuando a mitad de la carretera San Carlos – Tinaco, en el sector Orupe, se le accidentó su Wolsvagen Escarabajo color rojo, como pudo  se orilló en la cuneta de la carretera y salió con su linterna para ver lo que le pasaba al motor, cuando una luz incandescente lo cegó y lo que lograba ver era una casa en el fondo de donde salió una viejita, que estaba ataviada con un vestido y estaba descalza, eso lo sorprendió, ella le dijo joven, apúrese con el carro, porque ayer hubo una accidente aquí mismo, este lugar es peligroso. Él dijo tranquila doña, métase para su casa, que ya arreglo esto, bajo la mirada hacia el motor y apuradito solventó lo del carro y cuando alzó la mirada para decirle a la viejita que se fuera a su casa para su sorpresa, la viejita no estaba, y no había nada de nada, es decir, no había luz, ni casa, ese lugar estaba oscuro, entonces se metió al carro, lo encendió y arrancó, cuenta él que llegó a la  casa y no comentó nada de lo sucedido.
             Al día siguiente por curiosidad, pasó por ese lugar para constatar lo de esa noche, pues no había nada de nada, lo que había era monte y culebra, habló con varias personas sobre ese lugar y el comentario es que ahí había sucedido un accidente donde murieron varios jóvenes, actualmente ahí edifican un cementerio, que tal!.

sábado, 4 de junio de 2016

La llegada del Niño Jesús



La llegada del Niño Jesús

Cuando pequeña al llegar el mes de diciembre mi casa se vestía de colores, se pintaba la casa y todo lucia ordenado, se escuchaban gaitas y parrandas, humildemente se compraban los estrenos (la pinta del 24 y la del 31).


Mi madre hacía las hallacas y religiosamente se preparaba la cena de Navidad, una tradición que tratamos de mantener; en mi casa no había arbolito de Navidad, pero en el ambiente existía una magia, que era la llegada del niño Jesús, por lo que se esperaba con ansias el día 25 de diciembre para revisar debajo de la cama y encontrar:


Un bebé querido, un viewmaster, una linda muñeca de trapo, o una maquinita de coser, eran los regalos del Niño Jesús, todo era alegría, porque alguien espiritual sabia como nos habíamos portado durante todo el año y así recibir esos regalos.


Ver a mis hermanos con patinetas, carritos o la pista de carros era todo un atractivo y mucho más era ver a mi padre sudando y tratando de armar la pista de carros de ellos.


Recuerdo que le pregunté a mi padre, quién era el Niño Jesús, ese niño que hacía que todo fuera alegre y él me señalo un pesebre, desde ese momento comencé a realizarlos para plasmar ese ser espiritual que llegaba todos los diciembre a mi casa, empecé con algo pequeñito; unas piedras, que representaban a la Virgen María, San José y al Niño Jesús, de eso hace mucho tiempo y hoy en día los hago hasta de reciclaje y en cada pesebre que hago está la magia de querer ser niña otra vez.
07:15 p.m. | 30/11/2014 |
Reportado por: Amarily López

martes, 19 de abril de 2016

-¡AGARRENLAS!-
            A mi tía Rafaela la recuerdo con mucho cariño muy pasientosa y una sonrisa tan amplia y beneplácito que atesoraba complicidad, cierro los ojos y  me viene a la mente ese sabor a una  arepa rellena con mantequilla y diablito mmmmhhh… se me hace agua la boca.
            Mi tía cuando salía a pasear o a viajar, no escatimaba esfuerzo, y si tenía dinero mejor, porque invitaba a sus nietos, sobrinos, sus hijos, y además llevaba sus provisiones para donde fuera, arepa rellena con  queso, un pan relleno con diablito, unas mandarinas, churros, cotufas eso sí, todo casero.

            En unas de esas salidas nos llevo al cine metropolitano, no recuerdo la película, pero es que no íbamos a ver tal película, sino a comerrr…se llevo sus provisiones, a sus nietos y a sus sobrinos, y ahí iba yo, coleada…el cine era  continuado así que la película ya había comenzado, luego que compro las entradas e ingresamos al cine y entre dando tumbos en la oscuridad y la luz menuda de las linternas del vigilante y con las bolsas de comidas logramos sentarnos, todos en una sola fila en la parte de arriba del cine y ya dispuestos a seguirle el hilo a la película, es cuando de repente hay un escándalo en pleno cine..¡Agárrenlo!!-,  -¡Yo no lo veo!- gritaban los niños… -¡Ahí van!-  decía mi tía,  y ese zaperoco que tanto fue la algarabía que las personas que estaban en el cine decían alzando la voz -¡cállense!-, hasta que los vigilantes prendieron las luces del cine y la película se paró, no se escucho mas nada, hubo un silencio, y es cuando veo a mi tía, junto con sus dos nietos que estaban de cabeza en los asientos gamuzados, buscando algo que se les había caído, cuando de repente dicen -¡ahí van!- venían rodando las mandarinas y ellos no sé como lo hicieron hasta mi tía, con sus tetotas, saltaron en medio de la gente, para agarrarlas, jejejeje todo el mundo pitaba, -¡fuera!, -¡que gente dios mío, no sé cómo los dejan entrar!, cuando una voz grita -¡abuela, ya las tengo!-ay por dios, esa era mi tía… jajajaja. 

domingo, 21 de febrero de 2016

A mi Hermano Carlos.....


"A mi Hermano Carlos"


Recuerdo los diciembres de risas y alegría que había en casa cuando pequeña, los estrenos, los regalos, la comida, los adornos, cierro los ojos y me transporto a aquellos olores de navidad en casa, una casa sin lujo, pero humilde, con lo poco que mi papá nos compraba éramos felices, bueno, mis papas no los hacían ver así, sus problemas, sus complejos, cualquier situación por la que estaban pasando no no los hacían saber, simplemente vernos con una sonrisa para ello eso era felicidad, hoy en casa no tenemos ni a mi papa, ni a mi hermano, este diciembre voló a encontrarse con mi papa, en un lugar donde pueda estar sin dolor, sin sufrir, y lo mejor de todo respirar, me siento extraña porque es desprenderme de un poquito de mi, y me jala el corazón y me dan ganas de recordarlo y llorar…. Es algo que no puedo superar porque dejo un gran vacío, lleno de sueños, metas, proyectos.
Dios te pido que me des fuerzas para superar este momento que no quiero olvidar, quiero quedarme ahí, pero luego reacciono y veo a mi familia y a la familia de hermano con retoños para la vida, pero falta él, muy alegre, y activo para la vida…. Uuy siento un gran dolor no tener a mi hermano…. Guía nuestros pasos, Dios, que mi hermano sea el antesala para que la familia pueda superar este dolor…Cuando la brisa roce mi cuerpo y el viento toque mi mejilla, ese día sabré que me abrazaste y me diste un beso y que me dirás, todo está bien hermana..….

Las lentejas de Fin de año..

Logo echa tu cuento

11:55 a.m. | 29-12-2015 |
Reportado por: Amarily López
Las lentejas de fin de año
En unos años atrás en casa de mi hermano con su familia, celebrábamos juntos con mi papá, mi mamá, mis hijas, y unos invitados especiales como son mi tío Luis y mi tía Carlota para despedir el año viejo, entre las tradiciones que acostumbramos hacer están las lentejas cocinadas, para atraer la abundancia del año entrante, este suculento plato se coloca en la mesa destinada para la cena de fin de año, acompañada con una cucharilla para poder comerla justo a las 12 de la noche del 31 de diciembre, cuando suenan las campanadas se debe pasar una cucharada a cada miembro de la familia y desear mucha abundancia en la casa, pero con todo el zaperoco de la preparación, colocamos una sola cucharilla, cuando el reloj da las 12 de la noche, agarré el plato de lentejas y con la cucharilla comencé a repartirlas: -¡coma!- le iba diciendo a cada miembro de la familia, y entre bocado y bocado, cada quien iba diciendo -¡salud!-, -¡Abundancia!-, -¡felicidad!-, entre otros, cuando de repente le acerco la cucharilla desbordada de lentejas a la boca de mi tía Carlota y voy diciendo: -¡coma, coma! Y ella toda emperifollada y huyendo al mismo tiempo, como asustada - ¿uy, que te pasa, que es eso?-, y yo muerta de risa por su impresión, la corretié por toda la sala, con la cuchara llena de lentejas, diciéndole -¡coma, coma, tía, es lenteja!, y la familia nos veía muertos de risas, con el alboroto, pues claro, mi tía vio que todos comíamos de la misma cucharilla, y salió corriendo de la casa, toda consternada, diciendo: -¡estos, lo que están es locos!.jajajaja….

martes, 9 de diciembre de 2014


TODO SOBRE MI PADRE….



Autor: Amarily Lopez



LA MAGIA DE MI PAPA

Cuando éramos pequeños mi papá nos llevaba a pasar las navidades para la casa de mi abuela, en un pueblito llamado Macapo, ahí compartíamos con los primos, tíos, tías, era un ambiente muy familiar, claro era uno de los momentos que podíamos ver a la familia López Ojeda reunida,  nosotros los niños, que veníamos de la Capital nos gustaba ir al rio a bañarnos y compartir con nuestros primos que teníamos tiempo sin saber de ellos. Luego de esas fiestas navideñas y de fin de año, tocaba el momento de partir. Mi papá comenzaba a prepararse temprano para no salir tan tarde. Era un momento muy triste pues, no queríamos marcharnos. Como primos nos prometíamos que nos volveríamos a ver, para las vacaciones de Carnavales o Semana Santa. Lo mágico comenzaba cuando mi papá, luego de llegar al sitio donde debíamos tomar el autobús, nos sentaba en un muro de los que bordean la carretera a esperar el autobús que bien venia de san Carlos ó Acarigua, para ir a Valencia, nos decía que él, hacia magia, eso nos llenaba de curiosidad, los ojos se nos abrían, y esa tristeza con que llegamos a ese sitio se nos iba, pues al decir eso, pasaba su mano por un montón de plantas que tenía unas hojitas finitas y estas se dormían,  eso nos hacía ver a mi papá como algo grandioso y poderoso por lo que había hecho, con esa magia nos íbamos rumbo a la Caracas, pensando que mi papá era todo un mago por lo que había hecho y nosotros hasta nos quedábamos dormidos, soñando con esa magia. Con el tiempo supe que ese monte se llama la Dormidera (ringui-ringui, como le dicen en el llano) sus hojas son sensibles al tacto que si las tocas, estas se cierran, no era tal magia, pero mi papá nos lo hacía ver así, tal vez servía hasta para él mismo, quitarse la melancolía que producía venirse de Macapo, su pueblo natal. Asi era mi papá.



OUT POR REGLA


            Entre las anécdotas que tengo cuando pequeña, está la de hermano el “Negro”.

Una mañana, mi papá tomo a mis hermanos y los sentó en el porche de la casa para darle unas clases de beisbol, para ese entonces nos estaba inculcando su pasión por el beisbol, luego de unas charlas, sobre las reglas del mismo y para que la explicación fuese más convincente, organizó un campo de beisbol en la sala de la casa.

El home era la entrada de la habitación principal, -el cuarto grande como le decimos-, la primera base era el sitio que ocupaba el televisor, la Segunda Base era entrada al comedor y la Tercera Base era la entrada de la habitación de mi hermano -el cuarto de arriba-, y el montículo era el centro de la sala, a cada uno los ubicó para que cubriesen las bases, a mi hermano Carlos lo puso a pichar y al negrito a cubrir tercera, mi mamá y yo éramos el público asistente, mi papá con un bate de plástico estaba al turno, Carlos, le tira una recta a mi papa y esté le da por tercera, el cual estaba cubierta por el Negrito y mi papá se espanta a correr a primera, la cual se hace quieto en primera, de repente el negrito, comienza analizar la teoría dada por mi padre, con un gesto en la cara de muy serio y demostrando una seguridad, grita -¡Out por regla!-, el cual se formó una sampablera, gritos iban y venían, entre la confusión se escuchó, –¿pero, como es eso?



-¡Mi papa corrió hasta primera y fue quieto!, es cuando el negrito, responde a todo pulmón.

-¡Mi papá corrió con el bate!- y lo señala con el dedo índice como si fuera un árbitro, todos volteamos a ver a mi papá, y vimos como giraba su cabeza muy lentamente a hacia su derecha y miraba como él mismo empuñaba el bate como si fuese a batear en primera. El había corrido con el bate en la mano desde home a mi primera base. Esto fue de risa y risa, ver la cara de sorpresa de mi papá, ya que él mismo le había dado unas clases sobre las reglas del beisbol, ahí es cuando decimos: El alumno supero al maestro. Desde ese momento mis hermanos estuvieron en diferentes escuelas de beisbol y con el orgullo de representar a Venezuela en Aruba.



TÚ VAS PA' VIEJA VERDAD?


           Hace un tiempito ya, mi mamá para ayudar a mi papá en los gastos de la casa, ella se puso a cuidar niños, de los hijos de las vecinas que trabajaban y no tenía quién se los cuidara, eran cuatro niños, nosotros estábamos de liceo. Estudiábamos en la mañana y en las tardes ayudábamos a mi mamá con el cuido de los niños.

            En la mañana ella no salía al abasto porque tenía a los niños, esperaba que nosotros estuviéramos en la tarde, para ella poder salir a comprar algunas provisiones para el día siguiente, como los niños estaban acostumbrados a mi mamá, apenas sabían que mi mamá se calzaba los zapatos, comenzaban a preguntarle: -¿Pa' dónde vas señora Teolinda?- y ella respondía -¡Pa vieja!- y salía apuradita para que los niños no llorarán y no les fueran a impedir la salida.

            Un día de esas tardes, mi mamá ya se estaba preparando para irse a comprar cuando uno de los niños llamado José, le dice -¿señora Teolinda pa donde vas, no, no me digas, tú vas pa vieja, verdad?- Jajaja eso fue risa y risa para mí. Hoy después de 30 años, recuerdo esa escena con mucho cariño y a ese niño hoy que es todo hombre.


EL DIA DE MI GRADUACION


De mi papá, tengo muchos cuentos, él era una persona con unas ocurrencias de esas que te marcan y que te dejan una huella muy profunda.

Recuerdo, “su grito de guerra”, cuando me gradué de bachiller, estando en ese acto tan solemne y en silencio, ya que es un  evento tan especial, que cuando apenas me llamaron para recibir el titulo, se puso de pie y en medio de  los presentes, ha gritado, -¡once años!. Y con la señal de victoria, el brazo derecho hacia arriba con el puño de la mano apretada. Los asistentes voltearon a ver mi papá, mi mamá lo tiraba de la camisa y le decía entre dientes, -¡siéntese, Isaías!-. Y él de pie entre el público, con una sonrisa plasmada en su cara y sus ojos que brillaban de alegría. Ese día no entendía, porque lo hacía, yo quería que en ese momento la tierra se abriera y me tragara, porque hasta vergüenza  sentí. Hoy luego de 27 años, comprendo su actitud, era lo orgulloso que él estaba de mí, desde entonces me acompañó a todos mis actos de graduación en la universidad;  como T.S.U., luego de Ingeniero y ahora que voy a recibir el de Magister, no estará presente físicamente, pero lo veré, parado y gritando desde su asiento -¡estoy orgulloso de ti, hijaaaa!-.

Me hubiera encantado tenerlo más tiempo a mi lado pero Dios quiso llevárselo a su lado, en los días que vivió conmigo me enseño que siempre podía confiar en él, pero a su manera, en silencio, con su presencia, gracias, gracias, gracias, papá.

Algunas lágrimas caen por  mi rostro al recordarlo, porque fue un papá extraordinario, excepcional. Me hace mucha falta, que cuando tengo problemas pienso en él y de alguna manera me siento mejor, gracias  papá, donde quieras que estés, ¡bendición!

Que feliz estoy por el padre que fue y que nunca me abandonará.




LA LLEGADA DEL NIÑO JESUS

Cuando pequeña al llegar el mes de diciembre, mi casa se vestía de colores, se pintaba la casa y todo lucia ordenado, se escuchaban gaitas y parrandas,  humildemente se compraban los estrenos, (la pinta del 24 y la del 31), mi madre hacia las hallacas y religiosamente se hacia la cena de navidad, una tradición que tratamos de mantener, en mi casa no había arbolito de navidad, pero en el ambiente existía una magia, que era la llegada del niño Jesús, se espera con ansias el día 25 de diciembre para revisar debajo de la cama y encontrar: Un Bebe Querido, un view máster, una linda muñeca de trapo, o una maquinita de coser, eran los regalos del Niño Jesús, todo era alegría, porque alguien espiritual sabia como nos habíamos portado durante todo el año y asi recibir esos regalos, ver a mis hermanos con patinetas, carritos o la pista de carros, era todo un atractivo y mucho más, era ver a mi padre sudando y tratando de armar la pista de carros de ellos. Recuerdo que le pregunte a mi padre, quien era el Niño Jesús, ese niño que hacía que todo fuera alegre y él me señalo un Pesebre, desde ese momento comencé a realizarlos, para plasmar ese ser espiritual que llegaba todos los diciembre a mi casa, empecé con algo pequeñito; unas piedras, que representaban a la virgen María, San José y al  niño Jesús, de eso hace mucho tiempo y hoy en día los hago hasta de reciclaje, y en cada pesebre que hago, esta la magia de querer ser niña otra vez.













martes, 6 de diciembre de 2011

A MI PADRE

A mi padre

Tú que me enseñaste el valor de la vida, por tu lucha frente a las adversidades , hoy que estas luchando contra la vida para darte ese aliento, el soplo de la vida... no se hasta cuando lucharas pero no te dejes vencer papá, eres un hombre de lucha, de fuerza no te dejes vencer, tu que  has recorrido un sin fin de problemas y has salido airoso, recuerdo cuando pequeña estabas sin trabajo  y tus amigos te ayudaron, a ellos les agradezco mucho no se si ellos sabrán de tu enfermedad pero te aseguro que ellos estarían aquí, contigo apoyándote....te quiero mucho, no te lo diré a tu oído porque esa fue tu enseñanza no me decías que me querías  pero ya con tus hechos  y tu presencia me lo decían todo, has estado conmigo en las buenas y en las malas pero has estado ahí, apoyándome  te quiero mucho.. con mi presencia te lo digo todo TE QUIERO MUCHO, le doy gracias a  Dios Por haber tenido ahorita y siempre como a mi padre, si Isacc estuviera aquí diría lo mismo a mi me consta tus lágrimas por Isacc cuando lo recordabas........donde este él, esta contigo...